Imposible también lo contrario. Como siempre. Hemos llegado a un callejón sin salida. Tú ganas, o eso crees. Ojalá sepas por qué has querido que lleguemos aquí, espero que tengas un plan. Sólo un no, sabes que es de cobardes.
El viaje de vuelta lo harás solo y tendrás que ir más rápido de lo que hayas podido imaginar. El tiempo contará más deprisa, tus piernas ya no sabrán cómo aguantar el peso de arrastrarme.
Piensa si algo significa algo.
Tendrás que regresar. No sé en qué me habré convertido; seguro que entonces tampoco seré una geisha.
Algún día tu boca querrá decir algo más...
¡Qué las llamaradas y el silbar del oxígeno no apaguen tu voz!
Para entonces tú serás sólo una imagen más, sin significado, una carta sin marcar en la baraja.
Deseo que entonces alguien te escuche, que alguien quiera conocer tu historia. No será la mía.
No lloraré. Mis ojos sólo verán un horizonte tan estéril como ajeno.
El viaje de vuelta lo harás solo y tendrás que ir más rápido de lo que hayas podido imaginar. El tiempo contará más deprisa, tus piernas ya no sabrán cómo aguantar el peso de arrastrarme.
Piensa si algo significa algo.
Tendrás que regresar. No sé en qué me habré convertido; seguro que entonces tampoco seré una geisha.
Algún día tu boca querrá decir algo más...
¡Qué las llamaradas y el silbar del oxígeno no apaguen tu voz!
Para entonces tú serás sólo una imagen más, sin significado, una carta sin marcar en la baraja.
Deseo que entonces alguien te escuche, que alguien quiera conocer tu historia. No será la mía.
No lloraré. Mis ojos sólo verán un horizonte tan estéril como ajeno.
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