Yo y tú (yo primero, ¿has visto?). Tú, como última opción: un desecho cósmico (¿ves?¡Cósmico!).
Yo, soñé que te pulverizaba. Una fantástica máquina invisible te dejaba
reducido a polvo.
"Polvo eres..." en el último momento me arrepentí y no hice un mal chiste...
"Polvo eres..." en el último momento me arrepentí y no hice un mal chiste...
Tú como un spray perfecto de ti... Perfecto: sin olor, sin
color, puro carbono, sin huella, polvo en suspensión, absolutamente suspendido.
Tu mejor versión.
Y yo moviendo mis ojos cerrados muy deprisa, en esa fase del
sueño de todo lo posible, te pulverizaba en un acto poético e incruento
(mis pestañas eran preciosas, postizas y negras como el ala de un cuervo (raven, no crow).
Cierzo y Tramontana acudieron soplando; te llevaron
lejos, tan lejos...
Llegaste muy rápido, tan rápido a orbitar...
En la misma órbita (lo siento) de la basura cósmica.
En la misma órbita (lo siento) de la basura cósmica.
...Y mis sueños, sueños son. Son míos (pero te los dejo).
Fin.
Espero que sigas escribiendo aunque no sea en éste blog, disfrutar leyéndote y tal vez charlar contigo. Aunque sea sin tu antagonista en este blog, que no me deja conocerte :D
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