Muy Sra. Mía,
Le escribo para comunicarle, que tiene usted derecho,... ¿he dicho derecho?, deber, quiero decir deber..., a guardar silencio, ya
que cualquier cosa que diga, cualquier palabra que quede posada ya sea por descuido y aún por
un tiempo mínimo en sus labios buscando salida (sea esta celebrada o no), podrá
ser...,¿he dicho podrá?, de hecho quería decir, será (no con cierta probabilidad
como un uno frente a una decena, sino con la mayor certeza; un uno frente a un
uno), utilizada en su contra.
Entienda que no le leo sus derechos (que usted ya
debería conocer), por el sencillo hecho de informar, simplemente le insto a ello
por mostrar la deferencia debida hacia otro ser humano... (como usted pretende ser aún),
tal es mi carácter.
De otro modo (y es así como será, porque así deben ser las
cosas) usted pasará a formar parte (como cada quién, por una cuestión de orden y
justicia y no son posibles las excepciones en estos casos), de la suma de útiles de
entrenamiento del gimnasio de su barrio: para más señas su posición será la de
saco de entrenamiento de nuestros avezados púgiles.
Atentamente o cumplidamente, (está usted en posición y derecho, esto sí, de elegir adverbio)
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